Está bien hacer dieta, pero muchos le tienen un miedo sin sentido a los carbohidratos. Pero, ¿debemos siempre evitarlos?

 

Cuando alguien habla de dieta, lo primero que se viene a la mente es eliminar carbohidratos, dejar de comer pan y pasta, eliminar dulces y tratar por todos los medios de bajar de peso. Pero esto no es siempre así. Hay diferentes dietas de acuerdo a los objetivos de cada persona, y muchas veces los carbohidratos pueden dejar de ser enemigos y convertirse en aliados. El detalle es saberlos escoger.

Para quienes no saben mucho del tema, hemos preparado este artículo para hablar brevemente de qué son los carbohidratos. De esa forma podremos comprender cuáles son buenos, cuáles son malos y por qué.

Hay mucha confusión cuando se habla de carbohidrato y azúcar, y es por eso que la gente le teme a los carbos. Pero la verdad es que el azúcar es un tipo de carbohidrato especial que nuestro cuerpo digiere de forma muy rápida. Como se digiere muy rápido, aumenta el azúcar en sangre y se convierte a la larga en un grave problema.

En cambio, hay otros carbohidratos que no se digieren de forma tan rápida. Se llaman carbohidratos complejos. A diferencia del azúcar, los carbohidratos complejos parecen árboles con tallo y muchas ramas, y se tienen que descomponer primero antes de ser absorbidos. Eso le toma un buen tiempo al cuerpo, y como la absorción es lenta, no suben el azúcar exageradamente.

Probablemente has escuchado que es bueno comer mucha fibra para poder ir al baño todos los días y sin ningún problema. Las fibras son un tipo de carbohidrato con una estructura muy difícil de romper. Por eso, el cuerpo no lo digiere, no lo absorbe, y no pasa a la sangre. En cambio, la fibra se queda en las heces y les da una consistencia más suave y fácil de pasar.

Incluso, consumir más fibra puede prevenir enfermedades intestinales, ayudar a nutrir a las bacterias buenas del intestino, y hasta prevenir el cáncer de colon. Aunque la fibra es en teoría un carbohidrato, no se absorbe y no se convierte en energía. Por eso no se cuenta a la hora de calcular el número de calorías o los gramos de carbohidratos que hemos comido durante el día.

¿Debemos tenerles miedo a los carbohidratos? La respuesta es no. Sin embargo, debemos saber escogerlos. Todo irá bien si escogemos carbohidratos complejos, como los que están en los productos integrales, en las frutas, verduras, legumbres, lentejas, garbanzos, entre otros. Aunque muchas frutas tienen azúcar, esta no suele tener las consecuencias que tienen los alimentos procesados. Los que sí debemos evitar son las fuentes de azúcar refinado, las gaseosas y demás bebidas altas en azúcar.

Entonces, no es cuestión de eliminar carbohidratos. Es cuestión de saberlos escoger y utilizarlos de manera saludable: para potenciar el ejercicio y mejorar nuestro desempeño.

En Smart Diet, conocemos cuál es el la cantidad ideal de carbohidratos para que logres el equilibrio perfecto en tus comidas. Conoce nuestro menú y comienza a comer de forma balanceada, ahorrando tiempo, dinero y calorías.